La Serra de Tramuntana
Aunque no es extraño oír hablar de los olivos milenarios de Mallorca, y bien es verdad que ya durante la época de los romanos tenemos producción de aceite documentada, la realidad es que casi todos los olivares se empezaron a formar a partir del siglo XVI, normalmente injertando acebuches. En esta época se produjo un importante avance en el cultivo del olivo y en la producción de aceite, constituyendo durante mucho tiempo la principal fuente de riqueza de muchas de las fincas de la isla, que a menudo poseían almazara propia. La expansión del cultivo se desarrolló sobre todo en la Serra de Tramuntana.
En el momento de máxima producción en la historia se llegaron a recoger cerca de 15.000 toneladas de aceitunas. Hoy en día la producción es del alrededores del 10%.
De este tiempo también datan los bancales característicos de la sierra, que muchas veces se construían alrededor del olivo, y no al revés.
En uno de los documentos que mejor reflejan las costumbres y la vida de la isla de Mallorca, Die Balearen in Wort und Bild geschildert (1869-1891), escrito por el Archiduque Luis Salvador de Austria durante su estancia en la isla en el siglo XIX, se elogia la calidad del aceite mallorquín virgen para usarlo en las ensaladas y en el pan con aceite.